Fue Honorio quien sin saberlo me ilusionó a realizar esta acuarela de la Iglesia de San Nicolás de Bari (XVII), que también pudo ser cualquier edificio, calle, fuente, lavadero, rincón o paraje de Las Parras de Castellote (Teruel).
Pueblo que verdaderamente tiene encanto y por tanto tengo que darle la razón a Honorio en poder presumir de pueblo.
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